Para Del Castillo y Castro, el talento femenino es una fuente de innovación y una ventaja competitiva, así como una forma de hacer de la firma un entorno inclusivo que valore las diferencias y en el que todas las voces sean respetadas y escuchadas. Como parte de nuestro compromiso anunciamos que la firma ha realizado su adhesión a los Principios de Empoderamiento de las Mujeres de las Naciones Unidas, representados por Linda García de Alba Gayón, Asociada Senior para DC-CA.
Bajo los Siete Principios para el Empoderamiento de las Mujeres se ofrece un conjunto de reflexiones destinadas a ayudar al sector privado a centrarse en los elementos clave para la promoción de la igualdad de género en el lugar de trabajo, el mercado y en la comunidad.
- Promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel.
- Tratar a todos los miembros de forma equitativa.
- Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras.
- Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres.
- Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del empoderamiento de las mujeres.
- Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias.
- Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) analizó 153 países en su progreso hacia la paridad de género, enfocándose en cuatro temas principales: participación económica, logro educativo, salud y supervivencia y empoderamiento político. El informe pronostica que tomará 99.5 años lograr la igualdad de género en todas partes.
La desigualdad no está exenta de ningún sector y en ésta firma simbólica, pero sobre todo un compromiso, Del Castillo y Castro junto con 37 firmas de abogados más y Abogadas MX, ponen en marcha una mejor forma de hacer las cosas, buscar mejores oportunidades y mejores prácticas para brindar aún mayores oportunidades a colaboradoras. Es ahí donde entra el rol de las empresas de ver qué estructuras, qué procesos y qué prácticas se pueden gestionar para construir economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas, alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos acordados internacionalmente; mejorar la calidad de vida de las mujeres, de los hombres, de familias y de las comunidades; y promover las prácticas y objetivos empresariales.
No es una firma, es el comienzo de una transformación. Un compromiso por un mundo mejor con derechos igualitarios a través de acciones específicas.